Bogavante al horno

Bogavante al horno

Es uno de los mariscos por excelencia en la gastronomía española. Es ideal para darle un toque sofisticado al menú navideño y aunque puedes comerlo cuando quieras, a partir de mayo y hasta septiembre, en España, se encuentra a muy buen precio y excelente calidad.

Las recetas con bogavante son muy diversas, cocido en agua con sal (sobre todo si tiene huevas), a la plancha, etc. Pero quizás la mejor opción es cocinarlo en el horno con ajo y perejil, ya que se trata de una opción sencilla pero que requiere una elaboración precisa para dejar el bogavante en su punto justo de cocción.

Ingredientes

  • 1 Bogavante
  • Ajo
  • Perejil
  • Aceite de oliva
  • Vino blanco (opcional)

Utensilios

  • Cuchillo
  • Mortero (opcional)

Preparación

Aunque puedes pedir en la pescadería que te lo vendan limpio y cortado, es mejor si compras el bogavante vivo, con las pinzas atadas hasta antes de meterlo al horno. Si prefieres no cortarlo vivo puedes meterlo 1/2 hora en el congelador para que se atonte.

No liberes las pinzas del bogavante antes de que esté muerto porque puede lastimarte.

Primero vamos a preparar el aderezo. Yo lo he hecho con un mortero pero, si no cuentas con uno, puedes hacerlo picando los ajos y el perejil con un cuchillo y añadiéndolo luego al aceite en un cuenco.

  • Pela dos dientes de ajo y pica un poco de perejil. Puedes picar el perejil fino o grueso, como más te guste. Yo lo prefiero grueso porque le da un toque más rústico.
  • Colócalos en el mortero con aceite de oliva y una pizca de sal. No agregues mucha sal porque el bogavante de por sí, ya es salado.
  • Trabájalos con el mortero hasta que los ajos se hagan una pasta con el aceite.
  • Reserva el aderezo para más tarde.
  • Este es un buen momento para precalentar el horno a 200ºC.
  • Coloca el bogavante boca abajo y sitúa el cuchillo en el punto central de su cabeza. Si está vivo y lo cortamos de abajo hacia arriba, podría reaccionar y dañarnos con su cola, es uno de sus mecanismos de defensa.
  • Hinca el cuchillo, y ábrelo por la mitad, desde la cabeza hacia la cola.
  • Un truco es cortar la zona entre las patas con tijeras y el dorso con el cuchillo. Así no se aplastará la cabeza.
  • Retira la telilla negra, las bolsas que están cerca de la boca y el hígado ( esa pasta globulosa de color beige/verdoso claro). Hay quienes quitan también las huevas, yo prefiero dejarlas porque me gustan.
  • Ya puedes quitar la atadura de las pinzas.
  • Con el lomo del cuchillo, golpea las pinzas y rómpelas un poco. Esto permitirá una mejor cocción de la carne que se encuentra dentro de las tenazas que es también muy sabrosa.
  • Coloca el bogavante en una fuente para horno.
  • Agrégale el aderezo, rocíalo con vino blanco y añade un poco de pimienta negra molida.

Yo no lo he hecho en esta oportunidad pero el liquido va desprendiendo el bogavante cuando lo cortas, tiene todo el sabor del marisco. Si lo recoges en un bol, lo mezclas con el hígado, le agregas un poco de pan rallado y lo condimentas, formarás una pasta que puedes utilizar en este momento para rellenar las partes del bogavante que quedaron huecas. Esto cambia un poco el resultado final de la preparación pero es una opción para tener en cuenta. No agregues las bolsas que estaban cerca de la boca porque contienen arena que arruinaran tu relleno.

  • Mete el bogavante en el horno precalentado a 200ºC.
  • Cocina durante unos 20 minutos.
  • Cuando veas que empieza a desprender un líquido blanco que se coagula es que ya está listo.
  • Te darás cuenta porque habrá pasado de un color oscuro a rojo brillante.

Tu bogavante ya esta listo, solo falta que lo emplates y lo disfrutes. Hazlo rápido para evitar que se enfríe.

Yo en esta oportunidad lo acompañe un una guarnición de nabo y zanahorias, también puedes acompañarlo con unas patatas al natural o con lo que más te guste.

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